Oda al Aire (Pablo Neruda)
Andando en un camino
encontré al aire,
lo saludé y le dije
con respeto:
“Me alegro
de que por una vez
dejes tu transparencia,
así hablaremos”.
[...]
Yo le besé su capa
de rey del cielo
me envolví en su bandera
de seda celestial
y le dije:
monarca o camarada,
hilo, corola o ave,
no sé quién eres, pero
una cosa te pido
no te vendas.
El agua se vendió
y de las cañerías
en el desierto
he visto terminarse
las gotas
y el mundo pobre, el pueblo
caminar con su sed
tambaleando en la arena.
Vi la luz de la noche
acionada,
la gran luz en la casa
de los ricos.
[...]
No, aire,
no te vendas,
que no te canalicen,
que no te entuben,
que no te encajen
ni te compriman
que no te hagan tabletas,
que no te metan en una botella,
icuidado!
[...]
Vamos juntos
bailando por el mundo,
derribando las flores
del manzano,
entrando en las ventanas,
silbando juntos,
silbando melodías
de ayer y de mañana,
ya vendrá un día
een que libertaremos
la luz y el agua
la tierra, el hombre,
y todo para todos
será, como tú eres.
[...]
NERUDA, Pablo. Odas elementales. Buenos Aires, Editorial Losada, 1954.
Nos versos “silbando juntos/ silbando melodías/ de ayer y de mañana”, a palavra ‘ayer’ pode ser traduzida como: