UNA BROMA PARA EVITA

En 1947 Eva Perón visitó España representando a su República. Su tour por la península incluyó una visita a la Capilla Real de Granada, donde contempló los sepulcros de los Reyes Católicos. Tras observar que la cabeza esculpida de la Reina estaba algo más hundida que la del Rey, sus acompañantes le gastaron una broma: “Es que la Reina era más inteligente que su esposo y por eso su cabeza pesaba más”. Todos esperaban que Evita celebrara el chiste con una sonrisa, pero ésta adoptó una expresión seria y dijo: “No les quepa la menor duda. En todas las parejas es así”.
El chiste mencionado en el texto se lo